¡Ciudad-fiesta! OTA

El nombre de esta fiesta explica cuáles son sus claves: OTA; ocupar, transformar y aprovechar. Además es un pequeño homenaje a los niños, los verdaderos iconos de la alegría, imprescindible en cualquier fiesta, porque cuando a un pequeño le gusta algo y quiere repetir suele decir: “¡Ota ve, ota ve!”.
La fiesta misma consiste en que los vecinos de una zona se apropien de un espacio con un uso muy específico y lo cambien por completo durante un periodo de tiempo. El simple hecho de trabajar conjuntamente para cambiar las claves de un lugar es algo que ya forma parte de la propia fiesta. Al cambiar el espacio arquitectónico y darle un uso muy distinto al que tiene programado es algo que divierte. No hace falta crear algo nuevo sino transformar lo que ya hay y cambiarle por completo su identidad. En este caso se ha escogido una estación de autobuses y en ella los vecinos programan diferentes actividades o “minifiestas”, porque la única manera de hacer una fiesta que le guste a mucha gente es intentar que no sea sobre un solo tema, sino que contenga claves deportivas, musicales, terapéuticas, todas aquellas que a los vecinos les apetezcan en ese momento. Las viviendas actúan como laboratorios y órganos mismos del festejo.
La forma de representar la fiesta como un cómic es una forma divertida a través de la cual los vecinos más adelante pueden anunciar sus OTAS con el fin de atraer a más gente.