Instante festivo
La fiesta transmite sensaciones. Emociona, sorprende, descontextualiza a la persona y libera su mente. La fiesta no tiene un tiempo definido. Es un estado de ánimo, una predisposición a sentirse libre, a dejar fluir la energía por nuestro ser. Aunque existen fiestas temporalmente predeterminadas, en el barrio de
La fiesta comienza en el momento de atravesar un pasaje. Unos sensores colocados en el suelo perciben la llegada de los vecinos y activan una serie de mecanismos.
Durante el día, una melodía suena mientras se atraviesa el pasaje. Los sensores la activan justo antes de que llegue el transeúnte, provocando así un instante festivo!
Durante la noche los vecinos se sentirán como si su sombra no quedara pegada a su cuerpo, pues avanza delante de ellos encendiendo los focos que iluminan los pasajes.
La fiesta comienza en un instante. Un instante antes de entrar en casa o de salir a la calle. En el instante que lleva los niños al colegio o que va a hacer la compra en el supermercado. Un instante de fiesta para alegrar el día.
Miriam Reyes
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